Cuando hablamos
del Estado, de un fruto que ha alcanzado un desarrollo completo, lo
identificamos con madurez. El pueblo venezolano a través de estos 14 años un
mes y tres días, desde la llegada del Comandante al poder el 2 de febrero del
año 1999 hasta el 5 de marzo del 2013, hemos logrado asumir un compromiso moral
e intelectual. La juventud ha sabido valorar su inclusión en la toma de
decisiones y en los procesos políticos que han ido evolucionando según la forma
cómo el pueblo asume sus responsabilidades en la construcción de la patria
socialista.
La lucha no es
fácil. Es duro afrontar diferentes escenarios de la vida diaria y de repente el
hombre, el protector, el amigo ese que piensa como tú, que canta, baila, se
ríe, se arrecha, tiene madre, hermanos, hijos, llora, rapea, le da sed,
trabaja, se enferma y, aunque muchos lo creímos inmortal, ese martes la Caracas
fría llenó de lágrimas las calles con su cambio de paisaje. Nunca creímos que
ese gran hombre protector un día se consumiría por el pueblo, dejando un
legado, una historia, un pueblo preparado, una juventud estudiando, unas
abuelas protegidas, unos niños felices, unas familias con techo y bien
equipadas, un país feliz… Pese a la infelicidad de un pequeño grupo de… mejor
ni nombrarlos.
El líder dejó
un legado y asumimos que todos somos Chávez dejando a uno de nosotros, hombre
de pueblo, a cargo de darle continuidad a su idea y con la responsabilidad de
cuidar de su amado pueblo; aquí quedan jóvenes prestos para la tarea; con el
corazón lleno de esperanzas, la mente clara y seguros de cuál es nuestro papel.
Es por ello
que debemos afirmar que el 14 de abril votaremos con madurez.
con maduro afirmando la revolucion
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