El pensamiento individual de cómo
percibimos algunas cosas, situaciones o momentos nos infieren directamente a
los creadores y creadoras a la hora de plasmarles según el sentimiento y caemos
en hacerlo y lanzarlo, generando el debate.
Es necesario que se enteren que
somos seres vivientes, sentimos, comemos, charlamos, salimos, tenemos amores,
lloramos; no crean que quienes están en la lucha ardua de crear, son personas
que no hacen más que eso, tenemos momentos de luz, donde plasmamos todo lo
bonito, y están esos días en que queremos decir todo lo que nos afecta y
tenemos derecho a hacerlo.
Como muchos, somos sujetos de transformación
y estamos a diario luchando por fortalecer el legado de nuestro comandante Chávez,
pero ese legado debe estar lleno de críticas sin caer en ser criticones. ¿Recuerdan
al comandante molesto por los helados COPELIA?, dudo mucho que ninguno recordemos esa jalada de oreja fuerte que
todos asumimos, y muchos dijeron “así es que es comandante”. Es importante
asumir que no siempre todo lo que hacemos los colectivos creativos es tirar
flores. Lo recordamos en una letra de Alí primera que decía “yo no perfumo el estiércol; pa’ que me
salga bonito…. hasta cuando esa mariquera de canción disque protesta y dejan
bajo é la mesa el meollo del problema”.
Podemos reconocer que en momentos
las críticas son duras. Claro, es muy fácil criticar, desde lo personal
tratamos de orientar lo que hacemos a sumar fuerzas y siempre poner en alto la
idea de nuestro padre Chávez, pero deben estar claros que los que creamos
piezas visuales siempre lanzamos cosas para generar debate de ideas.
Hermanos de diversos colectivos,
el llamado es a crear, a sumar, construir,
humanizar, sensibilizar, aportar, construir, debatir, luchar… No detengamos la
marcha, somos necesarios pero no imprescindibles, es cierto, pero es imprescindible
que la idea de nuestro líder se mantenga en pie.
GHCH.
“No estoy de acuerdo con lo que
dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”. Voltaire